lunes, 11 de abril de 2011

Proceso creativo 24 horas: Solo de Tercer Año.


Por Germán De Diego
Solos tercer año (2010) - Dirección: Jessica Walker - Foto: Viky García

Los solos de tercero se basan en textos de obras de autor. En ese mismo instante, la maquinaria de la creación se acciona, empieza la aventura de encontrar el texto que quieres adaptar. Este viaje es el inicio de un recorrido que, como en un sueño, todo es posible y todo puede carecer de sentido aparente hasta llegar a su encuentro. Las pistas pueden venir inesperadamente: desde los letreros de una publicidad de un autobús, la música de un bar, el olor de una panadería, la conversación con una amiga, el canto de un borracho en la calle o el libro que está leyendo aquella mujer en el metro. Todo va convirtiéndose en una bitácora para llegar sorprendentemente a ese texto. Pero no sé si estoy seguro, ¿quiero adaptar este texto? ¿Por qué? ¿No voy a poder hacerlo? El texto que vas a escoger, ya lo sabes, quizás no seas consciente, pero todo se pone a tu alcance para que lo vayas averiguando en una ginkana de emociones, sensaciones, libros, películas, músicas, el movimiento de tu propio cuerpo; hermosas luciérnagas mensajeras que te ofrecen las pistas para llegar al texto que vas a recibir de tu sensibilidad creativa para compartirte.

Cuando vivía en París fui a ver una obra de teatro “Bent”, basada en la historia de amor de dos homosexuales presos en un campo de concentración nazi. Ese día salí del teatro conmovido y deseando poder actuar en esa obra. Dos años más tarde, sin recordar en absoluto esta vivencia, en plena aventura de encontrar el texto de tercero, buscando entre las películas del archivo de documentación de un casal de gays y lesbianas leí el título de una película “Bent” y supe que éste era mi solo. Poco a poco comprendí toda esa conmoción por esa obra y mi mente iba poniendo en orden lo que mi ser necesitaba trabajar: Minoría, marginalidad, opresión, campo de concentración, homosexualidad, sensibilidad.

Y te das cuenta que hay más que conceptos y temáticas. Empieza el proceso creativo a desenmascarar todas esas identidades conceptuales hacia el origen esencial de esa elección a una premisa básica:
Dos homosexuales presos en un campo de concentración que se aman y que no pueden tocarse.

Un actor creador es para mí un investigador humano – teatro - espiritual dispuesto las 24 horas. El trabajo de confección de este solo fue la comprensión de esta calidad integrándose en mi ser actor.
Inicié una investigación sobre la época nazi (películas, libros, documentales), los campos de concentración (orígenes, tipologías), las sociedades marginales y todo aquello que me iba conectando a la atmósfera de la obra.

El trabajo de ensayo y experimentación en la escuela con el feedback de la directora va sumergiéndote en el interior del personaje. Poco a poco vas aprendiendo que ese texto, ese personaje, eres tú, pasa por tu cuerpo, tú le das vida con tu respiración, con tu movimiento, toma presencia viva, lo encarnas. Es fantástico ser actor o actriz ubicándote en el servicio de entregarte al ser del personaje, un personaje que tiene un alma y cuerpo como el tuyo.

En esa relación de 24 horas con la creación, vas aprendiendo a conciliar tu trabajo creativo con el día a día aceptando tener imprevistos para levantarte a las 3 de la mañana para escribir tus inspiraciones, porque la creatividad nunca duerme y el mensaje llega sin avisar y a cualquier hora. Tu casa se llena de libros, fotografías, escritos que te inspiran y algunos objetos familiares que antes no tomabas en cuenta.
Varias noches llegué a asustarme al sentir ruidos creyendo que la GESTAPO venía a detenerme. Varias noches, angustiado, con la luz de una lámpara, un bolígrafo y mi cuaderno, decidí enfrentarme al miedo, a ese miedo de arresto imaginario, una interiorización que escapaba de toda comprensión, un terror que estaba traduciendo en mi cuerpo y que me resultaba familiar. Empezaba a comprender que no existía casualidad alguna en mi elección, porque yo me sentía oprimido en mi ser, yo sentía que mi mente tenía estructuras muy similares a las de un campo de concentración, podía reconocer la sensibilidad de los personajes y ese terror de ser encarcelado por ser yo mismo y amar a otro hombre y no me hacía falta vivir en aquella época. Comprendía el milagro de la creación en conexión con el ser. Yo era esa alma, yo era Bent.

Semanas más tardes decidí hacer una investigación de campo, me marché a Berlín y Polonia para conocer la atmósfera de la obra, la historia real en las ciudades, en los rostros de la gente, en el campo de concentración de Auschwitz.  Ese viaje se convirtió en un viaje de vida para mí mismo, en una comprensión de todo el dolor y terror que el humano se hace a sí mismo y a los demás. Frente a frente con mi enemigo. Ser humano. Víctima y verdugo. Mi propio miedo.

Hay muchas cosas que escapan de la razón y del conocimiento, la conexión con épocas, generaciones y personas, como una red energética que te pone en disposición para representar y actuar a través de tu ser. Es la magia de la creación, cuando se integra esa memoria celular energética, cuando actúas como un canal y te pones a su servicio. Y en la inmersión del proceso van apareciendo los elementos (objetos, música, escenografía), puros servidores del acto creativo que van tomando vida propia como tocados por una varita mágica, la varita de tu ser en disposición que los llena de vida.

La locura de los elementos es divertidísima, se establece una relación íntima, a veces una relación temporal y a cada ensayo se va perfilando si se convertirán en nuestros fieles acompañantes, vivos, con su propia alma.
El deleite de ir viendo como van apareciendo estos elementos es una gozada, sobretodo cuando empiezas a comprender que ellos son tus aliados. Sobre todo cuando comprendes porqué han aparecido en tu creación.

En esa abertura, en ese estar en pleno proceso 24 horas, estás ahí con tus compañeros, creando cada uno su solo, siendo testigo del proceso creativo de cada uno y sucede el milagro del contagio de la presencia del grupo sosteniendo todos los trabajos. Una parte de la inspiración de tu propio “Solo” viene de observar y sentir a los demás compañeros trabajar y en toda la relación que se comparte creando una familia creativa abierta las 24 horas.

“Todos para uno y uno para todos” (Rotllana)

1 comentario:

  1. Gracias por contar esta experiencia. ¡Qué maravilla que exista este blog! Así podemos acceder a la magia del Laboratorio en cualquier lugar y momento. Y así, aquí y ahora, desde mi casa, me conecto de nuevo con la esencia del Laboratorio porque existen, porque lo están sosteniendo todos mis compañeros. GRACIAS.

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